27 de septiembre de 2006

Paro de Profesores

La insignia del Colegio de Profesores siempre me ha parecido feísima. Pero claro, le tengo un cariño inmenso. La vengo viendo desde niño.

El primer paro de profesores en dictadura. Fue en mi pueblo. El presidente comunal era de otra comuna. Tú quedaste a cargo del buque. Fue un éxito. Después, ganaste las elecciones por paliza.

La Navidad en que los dos nos recorrimos pueblo entero. No quedó casa en la que viviese un profe por la que no hayamos pasado. Si firmamos todos, los milicos no los van a poder echar. No es sólo por ellos, es por todos, este otro año te puede tocar a ti. Tú hablabas, yo comía Pan de Pascua y tomaba Cola de Mono. Todavía nos acordamos de quienes no se atrevieron. La mayoría firmó. Ganamos nuevamente.

Numerosos viajes a la Contraloría: la alcaldesa saca la plata de los profes y se porta mal. Ganamos prensa, ganamos en Contraloría, pero esta vez no le ganamos a la dictadura. Punto menos.

Y llegó la Democracia. Estatuto Docente, perfeccionamientos, pensiones dignas, fin a contratos por un año, mejoras en las condiciones laborales. Hey, que estaba en el programa! No se oye, padre. Nos vamos a paro. El Gobierno no cede, los profes tampoco. Les vamos a descontar y tendrán que recuperar las clases. No nos moverán. Acuerdo. A las aulas... Epa, el acuerdo no se ha cumplido. No hay plata. Y los milicos? Y los aviones? No se puede desvestir un santo para vestir a otro. Muy bien, otro paro.

Años de asambleas, reuniones, elecciones gremiales, paros, marchas y un gran etcétera...

Ahora estás en la vereda opuesta. Ayer, tus colegas fueron a gritar a tu ventana. ¿Qué se siente?

Cuatro años de Evangelio

Me lo regalé para Navidad del 2002. Lo terminé antenoche.

A ver, es uno de los libros más entretenidos de cuantos he leído. Por ello, disfruté sin remordimiento alguno el releer lo que ya había leído meses atrás.

Había regalado varios de libros de Saramago. Simplemente, porque me caía bien y por Nobel. Y éste fue el primer, y hasta entonces único, libro suyo que he leído. Tremendo.

Cuento corto: el tipo se atreve a bajar de los altares y desnudar virtudes y defectos de personajes tan fascinantes como Jesucristo, la Virgen María, José, María Magdalena y un sinfín de intocables, incluyendo a este Dios occidental, tan difícil de comprender (y, por ello, de adorar), junto a su viejo amigo, Don Sata. Los humaniza, nos los acerca y los hace más queribles.

"El Evangelio Según Jesucristo". Casi 4 años tardé en leerlo. Y a mucha honra. Lo paladeé. Lo disfruté.

Y lo leería de nuevo.

22 de septiembre de 2006

Caché

Ayer la vi... y hoy me gusta más. Seguramente mañana diré que es imprescindible.

Perturbadora, molesta, inquietante, Caché muestra la fragilidad de las bases sobre las que asentamos nuestro bienestar, nuestra felicidad individual y colectiva.

Y bueno, Daniel Auteuil y Juliette Binoche, como siempre, soberbios. Tremenda película.

18 de septiembre de 2006

Bandera

Hace exactamente cuatro años, salía de mi pueblo con rumbo a España.

Tras los cristales empañados del auto, me iba guardando el paisaje de la Araucanía en los bolsillos. Entre un verde que no he vuelto a ver, muchas casitas dispersas, con ese color gris de la madera sometida a la implacable lluvia del Sur. Casitas es un decir... un montón de palos luchando contra la gravedad.

En todas ellas, sin embargo, ondeaba la bandera chilena. El recuerdo de la pobreza enarbolando la tricolor es algo que me eriza los pelos hasta el día de hoy.

¿Por qué quienes allí sobreviven homenajean a un país que los trata tan mal?

Quizá es el deseo de sentirse partícipe del carnaval que pasan por la tele; tal vez, un llamado de atención: "por si no se han dado cuenta, hay compatriotas aquí adentro". ¿O es que el militarizado concepto de "patria" esconde un significado mucho más trascendente, que sólo ellos han advertido?

He visto la bandera chilena ondeando desde niño, en pabellones escolares y militares, en edificios públicos, en ataúdes, en diversos países, en estadios, en camisetas, pines, atada al cuello del deportista de turno... pero nunca la vi con los ojos de hace cuatro años...

Por toda aquella gente que sigue esperando y que hoy volvió a instalar su bandera, va este tardío brindis.

Y por ti también, que hoy cumples 196. ¡Feliz cumpleaños, flaco!

Escuchando: Tierra Adentro - Bordemar

17 de septiembre de 2006

Inmigración y Tolerancia

En el Foro Digital de lectores de El País:
¿A qué atribuye el que la inmigración suela ser presentada como un problema y no como una necesidad?
A la hora que pierdo el tiempo, las respuestas aún no son más interesantes que la pregunta, aunque (o porque) ésta ya encierra un juicio categórico, que me hizo recordar una cita que leí en Música es Tres:
"La no identidad es fantástica, es un lugar de apertura. Por eso, yo no envidio tanto a los pueblos que saben lo que son". Eduardo Lourenço, escritor.
También se me vino a la mente una conversación entre copas (cuyas conclusiones no debieran, por ello, ser tomadas muy en serio), en las que analizábamos la sobrevaluación del término Tolerancia, como un ideal a alcanzar y un valor a inculcar....

Y es que el término Tolerancia lleva implícita una carga de Intolerancia. El tolerar tu presencia, tu forma de vida y de pensar, me significa aceptar que existes y que no voy a hacer nada por alejarte, ni cohibir tu accionar ni tu libertad de expresarte. Mal podría: soy tolerante. Pero, siendo honestos, preferiría que no estuvieras aquí y que no te comportases de ese modo. Y no hablemos de lo que piensas, porque, seguro, terminamos mal.

La conclusión a la que (creo recordar que) llegamos es que nos falta una palabra que grafique el deseo de promover la diversidad como una fuente de intercambio y enriquecimiento.
Necesitamos un término que nos permita expresar el interés por aprovechar tu presencia para aprender de tu forma de vida y para enriquecer mi visión del mundo, lo que, por lo demás, es una actitud de grandeza y humildad.

Quizá la palabra que buscábamos sea "apertura", deslizada por el escritor Lourenço en la frase que se me cruzó... Pero no me convence, es poco precisa y un tanto demagógica, tal como "tolerancia". Queda de tarea.

14 de septiembre de 2006

Saliendo de la lesión

Por la calle. Caminos pavimentados, caminos ripiados, subidas imposibles, bajadas para comerse el cemento. Aliento del público ("como hueones corriendo!"), indeseable aliento de los perros, flor de eucaliptus para mantener la boca fresca (?), durmientes de ferrocarril, plantaciones de trigo... no hay que parar, no todavía...

Por pistas de arena y barro. El desayuno esperando en casa. Los trailes que se lanzan a la cabeza. El barro te hace crecer mientras corres. ¡Amarra a tu perro, por favor! No, viejo, tú juegas fútbol, yo corro: la pelota te la pasa tu p... ya falta menos, piensa en todo lo que llevas...

Por la berma. La pista está muy dura. Cada auto te da un generoso aliento; cada camión, un cambio de look. Llegué por fin... eehhm, no: es ida y vuelta la cosa... agua, por favor!

Frío, calor, sueño, sudor, se acaba el aire, se seca la boca, una puñalada en el costado, por qué estoy haciendo esto, las manos como globos, me duele todo, que no llego, que antes corría más, qué importa que me pases! No es contigo, es conmigo... pero igual te voy a alcanzar... otro día, que hasta aquí llego... mañana no te perdono... pasado mañana.

Casi un año sin esto. En diciembre volveré... je.

12 de septiembre de 2006

"Tío, yo sé que tú puedes dar mucho más"

Sonó a revisión de paper, amigazo :) Y sí, por supuesto que se puede dar mucho más... pero el objetivo de este espacio no lo amerita.

Esto intentará convertirse (seguro que inútilmente) en un canalizador de "tiempo perdido".

Y es que perder el tiempo requiere de talento, de años de aprendizaje y, por sobre todo, de amor al nudo en el estómago que produce la pistola en tu cabeza cuando los plazos se agotan. Pues bien, antes de esparcir todas estas cualidades en múltiples formas de evasión, prefiero canalizarlas en este blog, al que puedo acceder desde cualquier sitio en el que pretenda escapar del deber.

De todo corazón, espero mantener esta "Carpeta Destino" lo más abandonada posible (escúchanos, Señor, te rogamos)...

Sonando: We Both Go Down Together - The Decemberists


11 de septiembre de 2006

Nuestro 11-S