14 de septiembre de 2006

Saliendo de la lesión

Por la calle. Caminos pavimentados, caminos ripiados, subidas imposibles, bajadas para comerse el cemento. Aliento del público ("como hueones corriendo!"), indeseable aliento de los perros, flor de eucaliptus para mantener la boca fresca (?), durmientes de ferrocarril, plantaciones de trigo... no hay que parar, no todavía...

Por pistas de arena y barro. El desayuno esperando en casa. Los trailes que se lanzan a la cabeza. El barro te hace crecer mientras corres. ¡Amarra a tu perro, por favor! No, viejo, tú juegas fútbol, yo corro: la pelota te la pasa tu p... ya falta menos, piensa en todo lo que llevas...

Por la berma. La pista está muy dura. Cada auto te da un generoso aliento; cada camión, un cambio de look. Llegué por fin... eehhm, no: es ida y vuelta la cosa... agua, por favor!

Frío, calor, sueño, sudor, se acaba el aire, se seca la boca, una puñalada en el costado, por qué estoy haciendo esto, las manos como globos, me duele todo, que no llego, que antes corría más, qué importa que me pases! No es contigo, es conmigo... pero igual te voy a alcanzar... otro día, que hasta aquí llego... mañana no te perdono... pasado mañana.

Casi un año sin esto. En diciembre volveré... je.

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