
El Cine Aragón cerrado. Para siempre.
A ver, la muerte de una sala de cine siempre duele. Pero ésta, en particular, duele un poco más. A pesar de estar al borde del intenso tráfico de la Avenida del Puerto, ¡era tan acogedora! Podías comer en el restorán de al lado, o entrar a la sala con un bocata de la cafetería, y disfrutar de una cartelera siempre llena de excelentes películas.
Ahí nos aguantamos las lágrimas con El Pianista, nos conmovimos con Hable con Ella, "me entrevistaron" a la salida del estreno de Machuca, nos divertimos con Volver, en fin, un montón de bellísimos momentos.
Una triste noticia.
(Obviamente, mucho más triste que la muerte de Pinochet)
1 comentarios:
en realidad es una gran lastima
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